Aquí está. Presentamos en nuestra Galaxia Flamenca el primer tutorial de CanteOnline. Para esta primera cita hemos elegido la soleá de Triana por ser un cante que, a nuestro juicio, sintetiza todo lo que el flamenco posee.
Es un cante valiente pero dulce, muy rítmico, y en el que los tercios se han de pelear. Podemos decir, para quien no lo sepa, que los tercios equivalen a las estrofas usadas en el cante, aunque también hacen referencia a los versos, según el contexto.
Para presentar este tutorial hemos querido contar con la experiencia vital de uno de los más grandes maestros del cante trianero: Paco Taranto. Nos ha atendido con la simpatía y el buen hacer que le caracteriza para dejar constancia de su personalidad cantaora.
Buenas tardes, Maestro. Para quienes no sepan mucho sobre ti ¿dónde y cuándo empezaste a cantar?
Empecé en esas tabernitas trianeras con unos 11 años. Con esa edad yo estaba siempre que podía aprendiendo de los viejos maestros en Triana como eran Abadía, Oliver, El Teta o El Arenero. Fue allí donde empezó esa afición y cariño hacia la soleá.
Los buenos aficionados al flamenco saben que eres un referente a tener en cuenta en la soleá de Triana ¿qué nos puedes decir sobre este cante?
La soleá de Triana es un cante en el que deben mantenerse los tercios. No abusar de la respiración. Mi misión dentro de la soleá de Triana ha sido la de restaurar los cantes. Reunificar y cuadrarlos ha sido una ardua tarea que he ido haciendo a lo largo de mi carrera profesional, pero eso sí, con mucho gusto.
En Triana se ha cantado siempre un poco alocado. Me llegaron incluso a decir que la soleá alfarera no tenía compás, osea que se hacía libre. Yo no podía aceptar eso y siempre he procurado cuadrarlos, cantarlos a tiempo. Una música que no está cuadrada no es música.
También puedo decir acerca de este cante que se ha prestado mucho a interpretaciones personales. Una soleá de Alcalá o una de La Serneta, la cante quien la cante, siempre sigue una línea. Lo cual no ocurre con la soleá de Triana. De eso me aprovechaba para echar a pelear al Arenero y a Oliver, cuando a uno le decía el cante que me había puesto el otro y viceversa [risas].
¿Qué cantaores o cantaoras, a tu juicio, debemos tener en cuenta a la hora de estudiar la soleá de Triana?
Yo me quedaría con El Arenero. Es de lo más fiable.
Recuerdo haber estudiado contigo en la fundación de Arte Flamenco Cristina Heeren, de Sevilla ¿qué te ha aportado esta experiencia en tu carrera?
Trabajar en la fundación me aportó mucho conocimiento. Cuando eres joven hay un momento en que crees que lo sabes todo, pero tener que enseñar el cante te hace tener que aprender mucho más y mejor. Así que “me puse las pilas” y a escuchar como un loco a los más grandes. Al final he puesto a cantar a holandeses, franceses y ¡hasta japoneses! [risas].
¿Cómo ves el futuro del flamenco, Maestro?
Negro a lo que a cante se refiere. Los bailaores y bailaoras
de ahora se van buscando la vida en las compañías de baile y demás, aunque algunos y algunas hagan muchas tonterías. Salir a bailar semidesnuda o colgados de una cuerda… no sé qué aporta eso al flamenco. No se puede perder lo puro. A ver qué nos encontramos este año en la Bienal de Sevilla.
¿Qué planes tienes a corto o largo plazo que nos puedas adelantar?
Andamos trabajando en un espectáculo de José Luis Ortiz Nuevo que se llama Dinero. En él ponemos a parir a todos los banqueros de España. El alcalde que lo contrate tiene que ser valiente. Nos acordamos de la Pantoja, de Bárcenas y de Urdangarín, entre otros.
También estoy trabajando en un disco recopilatorio donde incluyo cantes trianeros desconocidos y que pronto verá la luz gracias a las Universidades de Córdoba y de Sevilla.
Gracias por tu tiempo, Maestro, y mucha suerte en todo.
Gracias a vosotros por contar conmigo. Estoy a vuestra entera disposición.
Esto ha sido todo por el momento desde nuestra Galaxia Flamenca. Volveremos el 15 de septiembre para hablar del siguiente tutorial. Tratará sobre las marianas. Hasta entonces, familia flamenca.
CanteOnline.
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