Me he preocupado mucho de volver a sentir mi identidad, de regresar a mi centro, a los lugares que necesito pisar, a las personas que me abrigan. He ido a mirarme en otros ojos, a que me pongan las etiquetas que les transmito y darme cuenta de que soy muchas y ninguna a la vez. Quizá haya sido el año de la identidad.